Las especies de nacido que habitan en el Mediterráneo español se encuentran en un estado crítico, especialmente tras el grave episodio de mortalidad masiva iniciado años atrás. Sin embargo, las últimas inmersiones realizadas por los expertos parecen demostrar que hay un rayo de esperanza en su recuperación: se han localizado tres individuos híbridos nuevos.
La El necle de ala es una especie en peligro crítico de extinción (desde el episodio de mortalidad masiva que le afecta desde 2016 a causa de un virus) y la NACRA DE ROCK Pinna crudaes una especie igualmente protegida. Son los mayores bivalvos del Mediterráneo y contribuyen a la biodiversidad al proporcionar refugio y alimento a numerosas especies, y realizar distintas funciones ecosistémicas que mejoran la calidad del agua, al ser filtradores. Sus poblaciones llegaron a reducirse en un 99% en amplias zonas del litoral.
Personal científico y técnico del Instituto Español de Oceanografia (IEO, CSIC) evaluaron entre septiembre de 2023 y diciembre de 2024 el estado de conservación de estas dos especies de nacra. Durante este periodo, realizaron 12 campañas de muestreo en 95 localidades distribuidas en todas las comunidades autónomas mediterráneas, realizando 279 inmersiones que abarcaron más de 149.000 metros cuadrados de superficie marina.
Dos ejemplares en el Mar Menor / Campamento
En el caso del seguimiento de ejemplares supervivientes de la nacra El necle de ala en mar abierto, se realizaron 80 visitas para monitorizar a los 18 individuos localizados en diversas localidades de Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana incluyendo espacios marinos protegidos de las tres comunidades autónomas, como el Parque Natural de Cap de Creus, la Reserva Marina de Tabarca, La Reserva Marina del Migjorn de Mallorca, la zona LIC de las Bahías de Pollença y Alcudia en Mallorca y la ZEC de Cap Martinet en Ibiza.
Tres individuos híbridos nuevos
“Cabe destacar la localización de tres individuos híbridos nuevos. La presencia de estos ejemplares no sólo representa un paso esperanzador para la supervivencia a largo plazo de la especie, sino que también contribuye al mantenimiento de la diversidad genética de las poblaciones, un elemento clave para su capacidad de adaptación frente a futuros desafíos ambientales”, explica Maite Vázquez-Luis, investigadora del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO.
Las zonas santuario del Delta del Ebro y el Mar Menor son cruciales para la conservación de la especie y son las únicas zonas de España que mantienen poblaciones de P. noble vivas. Gracias a las condiciones ambientales únicas que poseen, como una salinidad distinta al agua marina, parece limitar la entrada de patógenos.

La nacra ofrece el aspecto de un mejillón gigante / Campamento
Para evaluar el estado de estas poblaciones, se continuó con el seguimiento demográfico mediante ejemplares marcados en zonas santuario del mar Menor y el Delta del Ebro. Además, durante el seguimiento del presente año en el Mar Menor, se ha detectado el primer evento de reclutamiento (incorporación de nuevos ejemplares) desde 2016. “Aunque los nuevos reclutas detectados no sobrevivieron, su aparición representa un avance esperanzador para la recuperación de la especie”, añade Vázquez-Luis.
Rasteando la ‘Pinna Raw’
Respecto a la especie congenérica Pinna cruda, se recorrieron más de 123.000 metros cuadrados de Andalucía y de las Islas Baleares para aumentar el conocimiento sobre su distribución espacial, registrando su presencia en nuevas zonas a lo largo del litoral español. En Andalucía se supervisaron zonas de interés ecológico para Pinna cruda como la Reserva Marina de Cabo de Gata-Níjar, la ZEC de la isla de San Andrés y el Parque Natural de Maro-Cerro Gordo, obteniendo nuevos datos sobre la distribución espacial de la especie en esa demarcación.
En Cabrera se hace el seguimiento de más de 100 individuos repartidos en diversos puntos y que están mostrando altas tasas de supervivencia del 85%
En el caso de las Islas Baleares se han realizado búsquedas en todas las islas, siendo el Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera un enclave crucial para aumentar el conocimiento sobre los procesos demográficos de P. Raw. En Cabrera sus poblaciones se monitorizan anualmente desde 2013 con el seguimiento de más de 100 individuos repartidos en las diferentes estaciones y que están mostrando altas tasas de supervivencia del 85%.
Entre las acciones realizadas en el marco del proyecto, destaca la translocación de dos ejemplares híbridos desde Menorca y Colonia de Sant Jordi al Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera. Esta medida de gestión llevada a cabo conjuntamente con el Parque y el Servei de Protecció d’Espècies del Govern Balear, perseguía proteger a los individuos de amenazas directas contra su integridad e intentar aumentar las posibilidades de supervivencia de los ejemplaressobre todo en el caso del ejemplar de Mallorca que se localizó fuera del sustrato y en mal estado. Debido a su estado, la nacra de Colonia de Sant Jordi no sobrevivió, mientras que la nacra translocada desde Menorca se encuentra en buen estado y ha crecido, lo que indica un desarrollo sostenible en su nuevo entorno.