Lecornu dimitió el 6 de octubre, sólo 14 horas después de nombrar su gobierno, después de que su coalición de centroderecha comenzara a desmoronarse por la composición del Gabinete, sólo para ser reelegido el viernes después de una semana de tensas conversaciones con las fuerzas de la oposición sobre cómo conseguir un gobierno y un presupuesto para Francia. Se espera que esta semana se presente un proyecto de presupuesto a la Asamblea Nacional francesa, pero no hay garantías de que se apruebe.

Macron no dijo qué fuerzas políticas consideraba responsables del desorden que asustó a los mercados financieros y generó especulaciones de que el país se encaminaba hacia otras elecciones parlamentarias anticipadas la semana pasada.

A lo largo de la crisis, el partido de extrema derecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen y el partido de extrema izquierda Francia Insumisa pidieron enérgicamente nuevas elecciones parlamentarias.

Los comentarios de Macron se producen en un momento en que el presidente francés está siendo criticado por no permitir que las fuerzas de la oposición encabezaran un gobierno minoritario, a pesar de que perdió su mayoría parlamentaria en una elección anticipada el año pasado.

Cuando se le preguntó si convocaría elecciones anticipadas si el nuevo gobierno de Lecornu fuera derrocado, el presidente francés dijo que no hizo “apuestas” sobre el futuro.

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