Sin stoppage, el presidente de los republicanos ha intensificado sus advertencias, tanto en público como en privado. “Nosotros no participaremos a un gobierno dirigido por un macronista o un socialista”, había advertido Retailleau, incluso antes de la get-together, pidiendo a Emmanuel Macron que” depresidencializador la función. En otras palabras: nombrar una personalidad independiente de él.
Este viernes por la tarde, frente al presidente, Vendéen reiteró sus advertencias, mientras que Laurent Wauquiez, que preside el grupo en la Asamblea Nacional, se limitó a anunciar que confiaría en el voto de su rebaño. Porque lo sabe: a los diputados de su familia política no les preocupa, para muchos, la posibilidad de una suspensión de la reforma de las pensiones, pese a lo que diga Bruno Retailleau, que condena categóricamente esta renuncia presidencial. Y además, algunos quisieran recuperar un poco de cuero en la batalla, cuando no están simplemente “gobernados por el miedo a la disolución”, como lamenta el entorno del ministro.
Pero entonces, el viernes por la tarde, en la plaza Beauvau, sonó el teléfono. Es el presidente. Él, que acabó respondiendo, al final de la reunión del Elíseo, a un insistente Marine Tondelier, que nombraría a su nuevo Primer Ministro en las “próximas horas”, claramente no ha dicho su última palabra. Recuerda uno por uno a los jefes de los difuntos partidos de Base Común.
Emmanuel Macron, de quien se dice que todavía no ha digerido la salida estival de Retailleau sobre el fin del macronismo, en Valores actuales quiere convencer al presidente de los republicanos “de que Lecornu es la solución adecuada”, como nos dirá un interlocutor de los dos hombres, y que LR debe participar en el gobierno.
“Habla con Sébastien”
La conversación dura unos largos minutos. “Este será su Tratado de Lisboa”, volvió a decir Bruno Retailleau al Jefe de Estado, en referencia a lo que queda en muchos recuerdos como el máximo símbolo de la traición democrática. “Matignon no puede ser un anexo del Elíseo”, volvió a decir, en esencia, sugiriendo una vez más los nombres de Jean-Louis Borloo o incluso Xavier Bertrand, a quien francamente vería de manera menos negativa (el report sobre el nombramiento de este último también cobrará un poco de impulso por la noche, ya que Emmanuel Macron tardará en formalizar su decisión).
“Habla con Sébastien”, insiste el jefe de Estado, antes de lanzar una propuesta cuanto menos insólita: “Si me das tu ir viene a verte a Beauvau, gobernáis juntos”.