OTAN reaccionó apropiadamente a las recientes violaciones de Rusia de estonia espacio aéreo, pero debería esperar nuevas acciones disruptivas por parte de Moscú, según el ministro de Asuntos Exteriores del país báltico.
“Estoy realmente seguro de que Rusia continuará con estas provocaciones. No se trata de Estonia, sino de la unidad de la OTAN, así como de poner a prueba nuestras capacidades, y también de la unidad transatlántica”, dijo Margus Tsahkna a dpa el viernes al margen de la Cumbre Digital de Tallin.
En septiembre, tres aviones de combate rusos entraron en el espacio aéreo de la UE y de un Estado miembro de la OTAN durante unos 12 minutos.
El gobierno de Tallin solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU y consultas con sus aliados en virtud del artículo 4 del Tratado de la OTAN.
En una declaración posterior, la alianza militar advirtió a Rusia contra nuevas violaciones fronterizas, amenazando con el uso de la fuerza.
“Creo que reaccionamos de manera muy sólida”, dijo Tsahkna, añadiendo que la OTAN había demostrado que funciona bien, incluso mediante la interceptación inmediata de los aviones rusos.
“Todo estaba bajo control. No hubo ninguna amenaza militar directa inmediata”.
Incluso después del incidente, la alianza mostró unidad política y determinación, señaló.
El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia se unió a Letonia y Lituania para pedir que la misión de la OTAN de vigilar el espacio aéreo del Báltico se convierta en una auténtica operación de defensa.
“Apoyamos esta idea”, afirmó Tsahkna, subrayando que no basta con cambiar el nombre de la misión.
Más bien, según el ministro, debe mejorarse con capacidades mejoradas de defensa aérea.
Los gobiernos de Riga y Vilnius se habían pronunciado anteriormente a favor de transformar la Misión de Vigilancia Aérea del Báltico de la OTAN en una Misión de Defensa Aérea.
En el marco de la misión conjunta implementada en 2004, los aliados de la OTAN se turnan para proporcionar aviones de combate y personal para vuelos de protección armada.
Los tres Estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), fronterizos con Rusia, no disponen de aviones propios adecuados para esta tarea.