La relación entre Iker Casillas y José Mourinho marcó una de las etapas más tensas y polémicas en la historia del Real Madrid. Durante la etapa del técnico portugués (2010-2013), el club blanco vivió una profunda división interna, tanto en el vestuario como entre los aficionados. Casillacapitán y símbolo madridista, pasó de ser uno de los jugadores más respetados a convertirse en el centro de una guerra mediática y personal con su propio entrenador. Mourinhoconocido por su carácter fuerte y su estrategia de confrontación, no dudó en cuestionar públicamente al portero, lo que desencadenó una fractura difícil de reparar.

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