La iniciativa del FFC (Freedom Flotilla Coalition) surgió mucho antes de 2025: históricamente estas misiones emergieron a partir del Movimiento Gaza gratis a finales de los 2000. Desde entonces, múltiples flotillas han zarpado con el mismo objetivo, con resultados diversos: algunas lograron llegar brevemente a Gaza, otras fueron interceptadas, pero la táctica se ha mantenido como una forma persistente de presión de la sociedad civil contra el bloqueo. Los organizadores hacen hincapié en la no violencia, la preparación legal y la solidaridad internacional como formas de lucha.

Con el tiempo, los veteranos de misiones anteriores han contribuido a perfeccionar los protocolos de seguridad, la comunicación política de la organización y la coordinación a través de múltiples puntos de salida. Desde 2008 hasta la fecha, la FFC organizó más de 50 expediciones incluyendo las misiones de la Global Sumud Flotilla en 2025. Específicamente este año se registraron cuatro intentos (a la actual Sumud global se suman Conciencia en mayo, Fusionado en junio y Para rendir en julio) pero ninguna de estas expediciones recientes logró aún llegar a Gaza debido a interceptaciones o contratiempos climáticos.

Plan actual: septiembre de 2025

La Flotilla global sumud zarpó desde Génova, Italiael 30 de agosto de 2025 y un día más tarde desde Barcelona. Sin embargo, debido a condiciones climáticas adversas, las embarcaciones regresaron al puerto de Barcelona poco después. La flotilla retomó su viaje el 1° de septiembrerumbo a la Franja de Gaza, transportando cientos de toneladas de alimentos y suministros, y atrayendo a activistas, médicos, periodistas y figuras prominentes de más de 44 países. Desde Barcelona salieron aproximadamente 20 embarcaciones. Desde ese punto, se espera que se unan otras provenientes de Italia, Grecia y Túnez, alrededor del 7 de septiembre. En conjunto, se estima que más de 50 barcos participarán en la misión global y se espera que en su etapa final la flotilla esté compuesta por alrededor de 70 embarcaciones, siendo al día de hoy el mayor convoy marítimo civil jamás organizado. Francesca Albanesela relatora especial de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos ocupados, envió su mensaje de apoyo a la tripulación de la Sumudafirmando que la misión se ajusta plenamente a la ley internacional.

Las autoridades israelíes han advertido públicamente que intentarán interceptar las embarcaciones, y que los activistas podrían ser detenidos bajo cargos de terrorismo. En el último intento de la FFC de arribar a Gaza, el 9 de junio de 2025, el buque Fusionado fue interceptado por Israel, que detuvo a los 12 activistas que viajaban en dicha embarcación, incluyendo a Greta Thunberg. A pesar de haber sido secuestrados en aguas internacionales, Israel gestionó la custodia de los tripulantes como si hubieran entrado ilegalmente en el país, trasladándolos forzosamente a Israel, tras lo cual fueron deportados. Según el medio israelí Israel Hayom el plan del Gobierno de Netanyahu es, en el caso de capturar al Sumud, detener a los activistas en condiciones reservadas a los presos terroristas en prisiones de alta seguridad.

Más de 70 embarcaciones formarán parte de la flotilla. Los trabajadores portuarios de Génova dijeron que bastarán 20 minutos sin contacto con los barcos para bloquear el continente europeo.

Solidaridad Obrera

En Génova, el pasado 2 de septiembre los trabajadores portuarios del sindicato USB (Unione Sindacale di Base) lanzaron una audaz promesa como respuesta a la amenaza israeli: “a mediados de septiembre estos barcos llegarán a la costa de Gaza, a la zona crítica. Si por solo veinte minutos perdemos el contacto con nuestros compañeros y compañeras, bloquearemos toda Europa”. Desde el puerto de Génova se envían anualmente a Israel entre 13.000 y 14.000 contenedores. Los estibadores proclamaron que los miembros de la flotilla “deben volver sin un rasguño”, incitando a otros trabajadores portuarios de la región y del mundo a unirse a este llamamiento.

Esta declaración se suma a acciones previas de solidaridad obrera por la causa palestina: a principios de junio de este año los estibadores del puerto de Marsella se negaron a cargar 14 toneladas de suministros militares de Francia para alimentar la industria militar israelí, demostrando el papel central que tiene la huelga obrera en detener el genocidio ante la indiferencia y complicidad de los gobiernos del mundo. El secretario general de la CGT francesa declaró que “es inaceptable que los trabajadores portuarios sindicalizados sean quienes se vean obligados a defender los principios fundamentales del derecho internacional y los valores franceses”y exigiendo al gobierno francés que bloquee las entregas de armamento con destino a la Palestina ocupada. En abril de 2025, el sindicato de estibadores junto con otros sindicatos internacionales en Italia y Grecia organizó bloqueos y protestas contra la empresa de logística Maersk por su accionar enviando partes de aviones de combate F-35 de Estados Unidos a Israel.

Contexto: genocidio, hambruna, hambre forzada y bloqueo

En medio de un creciente número de víctimas civiles, el conflicto en Gaza recibe cada vez más condenas internacionales. Este pasado lunes, la Asociación Internacional de Estudios sobre el Genocidio, la organización más importante de expertos en la materia, aprobó una resolución que afirma que la campaña militar israelí cumple con la definición legal de genocidio establecida en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de la ONU de 1948citando ataques indiscriminados, desplazamientos forzados, devastación de infraestructura y aumento de la mortalidad infantil. Paralelamente, cientos de trabajadores de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos instaron a su liderazgo a nombrar formalmente la crisis como “genocidio”, argumentando que más de 63.000 palestinos han muerto y casi toda la población de Gaza ha sido desplazada, y que no hacerlo socava la credibilidad internacional en materia de derechos humanos.

El hambre como arma de guerra

El 22 de agosto de 2025, la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) confirmó la existencia de hambruna en Gaza, con más de medio millón de víctimas. Las proyecciones indican que para finales de septiembre más de 640.000 gazatíes enfrentarán inseguridad alimentaria “catastrófica” (Fase 5 del IPC), mientras que más de un millón estarán en condiciones de emergencia o crisis.

Amnistía Internacional declaró que el bloqueo y las tácticas militares de Israel infligen deliberadamente condiciones de vida “calculadas para provocar la destrucción física”, describiéndolas como “parte integral del genocidio en curso”. Se han hecho llamados urgentes para levantar completamente el bloqueo y alcanzar un alto el fuego, advirtiendo que las operaciones en curso destruirán las pocas instalaciones de salud y estabilización nutricional que aún existen.

Otras organizaciones independientes, como Oxfam, Naciones Unidas y Human Rights Watch, coinciden en que el hambre está siendo utilizada como método de guerra, una práctica que constituye crimen de guerra bajo el derecho internacional. Los ataques aéreos y el bloqueo han destruido panaderías, depósitos de alimentos y granjas, lo que obliga a la población a depender completamente de la ayuda externa.

Al menos 63.500 palestinos murieron desde octubre de 2023muchos por malnutrición y complicaciones relacionadas a la falta de suministros médicos. En los últimos días, ataques israelíes mataron a varios niños, incluidos cinco que fallecieron al ir a buscar agua en zonas designadas como “seguras”, mientras continúan aumentando las muertes por hambre ―361 en total, incluidos 13 en un solo día―. En el barrio de Sheikh Radwan, en Ciudad de Gaza, los bombardeos destruyeron refugios, hospitales y escuelas, desplazando a casi un millón de personas.

Activistas destacados a bordo

Este año, la Freedom Flotilla Coalition ha contado con la participación de figuras reconocidas a nivel mundial, con Greta Thunberg a la cabeza. Greta se encuentra profundamente involucrada en la causa palestina desde el año 2023. En junio, participó en la incursión del barco Madleen y su presencia ha elevado la visibilidad global de la causa palestina: “Cuando estaba en el Medleen y nos detuvieron, dejamos muy claro desde ese mismo momento que volveríamos, y eso es una promesa porque, independientemente de las probabilidades, tenemos que seguir intentándolo. Al hacerlo, también estamos cumpliendo nuestra promesa a los palestinos de seguir haciendo todo lo posible para poner fin a este genocidiopara poner fin a nuestra propia complicidad en el genocidio.”

Otros participantes de alto perfil incluyen a la exalcaldesa de Barcelona Hay colau y al actor de Game of Thrones Liam Cunninghamentre muchas figuras célebres, activistas de derechos humanos y líderes políticos. Colau ha sostenido que los gobiernos europeos deben entender que su inacción “pone a toda la humanidad en peligro (…) si permitimos que Israel pueda hacer lo que le dé la gana, arrasando la población entera como está haciendo con la población palestina”. También reforzó el compromiso de la ciudad de Barcelona con la causa Palestina recordando que la suya fue la primera ciudad en romper relaciones institucionales con el Estado de Israel. Además se encuentran a bordo de la flotilla el concejal de ERC (Izquierda Republicana de Cataluña) en el Ayuntamiento de Barcelona Jordi Coronas y el actor español Eduard Fernándezquien declaró que Gaza “Es un espejo que nos refleja a todos, es imposible no situarse, lo queramos o no”. España se sumó en mayo de 2024 a la lista de 140 países que reconocen a Palestina como Estado.

Mandla Mdelanieto de Nelson Mandela, formará parte de la delegación sudafricana de la flotilla. Mandela considera que la lucha por el pueblo palestino se entrelaza intimamente con el legado de su familia y declaró a Reuters “Muchos de nosotros que hemos visitado el territorio ocupado de Palestina volvimos con una sola conclusión: que los palestinos están experimentando una forma de segregación racial peor que la que nosotros experimentamos”. El militante y organizador brasileño de la flotilla Thiago ávilaasegura que “No hay un plan B. Solo volver más grandes, así de simple”.

Mirando hacia adelante

Al 4 de septiembre de 2025, la flotilla prosigue su travesía, enfrentando la doble amenaza de la inclemencia meteorológica y de una inminente intercepción israelíen el marco de la devastadora emergencia humanitaria que asfixia a Gaza. Su potencia no reside únicamente en el acto físico de navegar hacia un territorio sitiado, sino en el valor simbólico de erigirse como expresión de agencia civil autónoma, de solidaridad transnacional militante y de la reivindicación irrenunciable del derecho a la asistencia humanitaria. Sin embargo, alterar las condiciones materiales de un pueblo sometido a una estrategia de exterminio no dependerá únicamente de la audacia marítima, sino de la capacidad de articular una presión internacional capaz de deslegitimar el uso deliberado del hambre como arma de guerra y de abrir paso a mecanismos de responsabilización por el genocidio en curso.

En este horizonte, la solidaridad obrera se revela no como un gesto periférico, sino como una poderosa herramienta. El pronunciamiento de los estibadores de Génova muestra que los trabajadores poseen una fuerza estratégica que los gobiernos han renunciado a ejercer. Mientras las cancillerías se escudan en la retórica vacía de la “neutralidad diplomática” y la “preocupación humanitaria”, la clase trabajadora puede traducir la indignación ética en acción disruptiva concreta, golpeando los circuitos de acumulación de capital que estructuran y sostienen el segregación racial israelí.

Si la flotilla logra llegar, será sin duda un triunfo moral y humanitario; pero, incluso si es detenida, su verdadero legado reside en el impulso de un movimiento internacionalista que supere la impotencia de los Estados y transforme la solidaridad en praxis material: bloqueos portuarios, huelgas en los sectores logísticos, boicots laborales que desgarren la complicidad estructural de Europa y Estados Unidos. Solo a través de esta praxis colectiva será posible abrir grietas en la arquitectura de la impunidad y, finalmente, imponer justicia ante los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra el pueblo palestino.

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