Querer no es poder. No existe correlación directa entre lo uno y lo otro. El mantra se repite hasta la náusea, sí, pero es otra falacia obscena de los «Vendotos» que abundan hoy dentro de las pantallas. Para alcanzar el éxito no basta con desearlo. Aceptarlo no es una rendición, solo una demostración de madurez si asumirlo no te lleva a no intentarlo más. El Hércules está atascado en una foto fija muy desenfocada. No avanza. El salto de categoría no ha llevado ligada una evolución del modelo competitivo que permita estar a la altura de la competición. El equipo alicantino quiere ganar como lo hacía en Segunda RFEF, a la misma velocidad, con idéntica manera de provocar desequilibrios, y es evidente que no le da, que está muy lejos de que le dé.

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