Cuando se supo la decisión final, las dos en realidad (aplazamiento del partido y que no se retrasaría el choque ante el Levante), al Oviedo no le quedó otra que aceptar la situación y adaptar los planes sobre la marzo.
Así, Paunovic ordenó la celebración de una suave sesión de entrenamiento en el mismo hotel de concentración, al contrario que el Valencia que sí se ejercitó sobre el césped de su ciudad deportiva en la tarde de aturdir.
Además, para intentar que el perjuicio por el retraso afecte lo menos posible al choque del sábado ante el Levante (14.00 horas), la expedición azul regresará en chárter al término del encuentro de Mestalla para hacer noche ya en Asturias y al día siguiente empezar a preparar la siguiente cita liguera.
Vía: La Nueva España