La Dirección General de Tráfico (DGT) es consciente de que muchos alumnos memorizan las respuestas para realizar y aprobar los exámenes teóricos pero no las interiorizan.
No las absorben y queda claro que no sirven tanto para saber qué hacer en caso de una situación real en la carretera. Para ello, la intención de la organización del Estado es poner vídeos en los exámenes con situaciones donde los aspirantes deben responder correctamente cómo deben reaccionar, intentando que así se absorban mejor.
El problema es el impacto que va a causar esto a nivel provincial en Cáceres, ya que se obliga a los centros desplazados a digitalizar las aulas para los exámenes.
Pone en peligro, concretamente, a los centros de Plasencia, Navalmoral de la Mata, Coria y Trujillo. El motivo es que el convenio actual establece que los ayuntamientos asuman los costes de esa digitalización y mantenimiento. Además, una vez firmado, el espacio debe estar acondicionado en un plazo de 12 meses.
Pedro Herrero, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Cáceres, entiende la necesidad de informatizar las aulas porque “porque el aprendizaje es mucho más dinámico”, pero ve imposible que los ayuntamientos de estas cuatro localidades, que acogen a alumnos de todos los pueblos de alrededor, puedan afrontar esos gastos, y más “cuando es la propia DGT quien obtiene beneficios con las tasas de los exámenes”.
“Somos la segunda provincia más extensa del país, contamos con cuatro centros desplazados y nos vamos a cargar uno de los pocos servicios que tienen los pequeños municipios, donde carecen de buenas conexiones”, asegura preocupado Herrero, temiendo que muchos alumnos de las zonas rurales se enfrenten a grandes dificultades para realizar sus exámenes teóricos.
El problema reside en que, en caso del cierre de esas aulas, deben trasladarse hasta Cáceres, careciendo de transporte público que les lleve hasta la capital.