Las precipitaciones de Santa Rosa dejó atrás dos realidades muy distintas en Córdoba y marcaron la planificación de la campaña gruesa.

La lluvia precipitó grandes volúmenes de agua en pocas horas y en distintas regiones de la provincia. Los impactos son muy diferentes: en algunas zonas los perfiles quedaron recargados, lo que abre la posibilidad de volver a apostar por maíz temprano; mientras que en otras, la intensidad de las precipitaciones provocó graves procesos de erosión hídrica y daños en infraestructura.

Centro y norte con perfiles positivos para el maíz

El panorama positivo se puede observar en el centro y norte de la provincia, junto al regreso al maíz temprano. En estas zonas, el agua tuvo un impacto muy positivo para los productores que venían golpeados por la sequía y la chicharrita del maíz.

En este sentido, la estrategia para esta campaña cambió. Nicolas Riba, productor Aapresid de Arroyito contó que el año pasado gran parte del área había sido destinada para el girasol, ya que los productores temían hacer maíz por la gran población de chicharrita.

Ahora, comentó Riba, se está perdiendo el miedo a hacer maíz (por la menor población de la plaga), “A esto se suma la recarga de los perfiles post Santa Rosa, todo lo que nos anima a volver a los niveles históricos de la rotación con esta gramínea, redoblando la apuesta con siembras tempranasprogramadas entre mediados de septiembre y los primeros días de octubre”.

En cuanto a las estrategias, el productor adelantó que “este año la apuesta es hacer maíces de punta, tanto tempranos como tardíos“, y agregó ”ya habíamos comprado híbridos doble propósito, quedando sólo por ajustar cuestiones como subir la densidad y ajustar fertilización”. Nicolás aseguró que con toda la diversificación de incorporan, tratan de bajar el riesgo y buscar estabilidad.

La disponibilidad de agua en el suelo y la menor presión de la plaga permiten proyectar una campaña con mayor equilibrio en la rotación. Sin embargo, Riba mira atento dos cuestiones: “En el caso del maíz temprano, los riesgos climáticos de diciembre, coincidentes con el periodo crítico, siguen sobre la mesa. En el caso de tardío, seguiremos de cerca la evolución de chicharrita y apostaremos a sembrar hacia fin de año para evitar golpes de calor de enero, lección que nos dejó la 2024/25. Sabemos cuáles son los riesgos, pero creemos que en la diversificación está la mejor estrategia”.

Sudeste cordobés y la erosión hídrica

En el sudeste cordobés, la realidad fue totalmente opuesta. Allí, en localidades como Los Surgentes, Cruz Alta e Inriville, las lluvias se desataron con una intensidad inusual.

Adrián Moriconi, productor de la Regional Aapresid Los Surgentes-Inriville, informó que cayeron 250 mm en 17 horas. “Si bien en las zonas altas el agua escurrió rápidamente y seguramente se pueda sembrar en tiempo y forma una vez que el suelo oree, el gran problema fue la erosión, que es lo que más daño hace y no es sencillo enfrentar”.

Con caminos rurales destruidos, canales desbordados y suelos castigados, esta parte de la provincia fue la más afectada por la tormenta. “Se vio claramente la diferencia entre lotes protegidos por cultivos de invierno en crecimiento , frente a aquellos que estaban en barbecho. En estos últimos hubo desplazamiento de rastrojos y suelos descubiertos”, agregó Moriconi.

Tormenta Santa Rosa: un récord históricos en Cruz Alta de más de 300 mm de agua. (Gentileza)

En su caso, el panorama no cambia las decisiones de siembra del maíz, ya que se deciden en función del potencial del lote, eligiendo los tardíos para asegurar pisos de producción en lotes cercanos al río y que vienen con erosión durante años. Los mejores ambientes siempre se destinan a siembras tempranas.

Un gran tema es qué pasó con el fertilizante aplicado antes de la lluvia porque no saben la urea que incorporaron quedó a 30, 50 centímetros o se fue tres metros abajo.

Ahora, ¿cuál es el desafío?

Lo ocurrido en Santa Rosa expuso dos caras de un mismo fenómeno climático. Por un lado, la chance de relanzar la siembra temprana de maíz en regiones que venían restringidas; por otro, la necesidad de trabajar en prácticas de manejo y planificación territorial que reduzcan el impacto de lluvias extremas.

Consecuencias de la tormenta de Santa Rosa. (Gentileza Aapresid)

“Afortunadamente, la siembra directa es una práctica instalada en la zona, pero es clave apuntalar la intensificación de secuencias, los cultivos de cobertura y la coordinación entre consorcios camineros, productores y autoridades para dar soluciones con foco en la salud del suelo. A veces pasa que quien toca un camino cambia el curso del agua y perjudica otras zonas, por lo que es clave el diálogo entre actores en una zona que recibe agua de las cuencas del Carcarañá y del Río Tercero, 200 o 300 kilómetros más arriba, y que está llena de subcuencas que atraviesan múltiples dueños”, concluye el productor Aapresid.

Tautan Sumber