Va en serio. Muy en serio. El objetivo de lograr la clasificación por segunda temporada consecutiva para la Champions League no es un brindis al sol del Villarreal CF. El equipo de Marcelino García Toral tiene muy claro lo que quiere y no se despega de los grandes con un inicio de campeonato espectacular, y el partido de este sábado ante el Athletic Club es fiel reflejo de ello.
Sabiendo remar y sufrir en una muy floja primera mitad y mostrando su mejor cara en la segunda, el Submarino logró un triunfo de raza, de garra, ante unos ‘leones’ que dejaron vivo a los ‘groguets’ en el primer acto y lo pagaron caro, ya que en la recta final un gol de Alberto Moleiro dio el triunfo a un Villarreal que se consolida en la tercera plaza de Laliga.
En una semana repleta de partidos importantes, con la trilogía Athletic, Juventus y Real Madrid de antes del parón por fecha FIFAel interés estaba en ver qué tipo de once ponía en juego Marcelino.
El técnico asturiano dispuso de un once con seis variantes respecto al duelo del martes ante el Sevilla, destacando el regreso de Luiz Júnior a la portería, Thomas Partey a la medular, Salomón mi Ilias Akhomach en Los Extremes y Dual Mikautadze-Pepe en Punta.
El entramado de Valverde
Pero enfrente el Submarino tuvo un rival de tronío. El Athletic, Enemigo amarillo principal para optar por la cuarta plazaplanteó en la primera una telaraña en el centro del campo que desconectó el flujo de circulación de balón amarillo.
Defendiendo en bloque medio, los de Ernesto Valverde le ofrecieron la salida de balón a los de Marcelino, esperando en tres cuartos de campo con una línea de cuatro atacantes para morder (presionar) al receptor del esférico, especialmente a un superado Thomas Partey en dicho primer acto.
A los de la Plana Baixa les costaba una vida superar una segunda línea de pase, recuperando rápido los vascos para buscar rápido el área de Luiz Júnior.
Pese a ello, el Villarreal pudo zafarse del envoltorio bilbaíno y las tres primeras ocasiones fueron amarillas: un cañonazo de Mouriño y un doble remate de Thomas Partey (despejó Unai Simón) y Nico Pepe (trallazo al poste).
Fue un espejismo, porque los vascos poco a poco fueron ahogando en su campo a los groguets.
Luiz Júnior hizo tres paradas de auténtico mérito antes del descanso, una doble con remates desde dentro del área, y otro paradón a latigazo de Guruzeta.
Aunque no solo O Goleiro evitó goles del Athletic, ya que hasta cinco remates que iban a portería fueron bloqueados pos los defensas amarillos, evitando otros tantos goles: Renato Veiga, por dos veces, Mouriño, otras dos, y otra de Rafa Marín evitaron los tantos.
Solo Mikautadze puso el susto en el marco rojiblanco, con un toque de primeras en área pequeña que sacó con el pecho el meta Unai Simón a pase de Nico Pepe. Se llegó al descanso con empate… y gracias. Tocaba dar un giro al sistema.
Otro Submarino
El segundo acto fue otro cantar. Marcelino hizo los ajustes necesarios y los amarillos comenzaron a romper líneas con facilidadalternando movilidad hacia los costados, futbolistas que percutieron por dentro y mayor verticalidad con la entrada de Buchanan.
A su vez, la intensidad del Submarino era otra muy distinta a la de la primera parte. Y pronto el duelo se convirtió un monólogo de color groguet. Los 20 primeros minutos fueron un vendaval.
Nicolas Pepe tuvo dos clarísimas solo que mandó fuera, Pape Gueye, de profesión llegador, falló otra sin oposición dentro del área y Rafa Marín pesó un remate con el pie en un córner que acarició el gol.
El Athletic perseguía sombras y solo era capaz de intentar asustar a Luiz Júnior con algún centro. ‘Marce’ movió de nuevo el tablero, fortaleciendo la medular con jugones, dando entrada a Parejo y Moleiro, así como a Salas por un mikautadze desasitado.
La fórmula funcionó y los amarillos obtuvieron su recompensa en el 77’. En una acción de Sergi Cardona y un remate de volea de Oluwaseyi que despejó la zaga, Moleiro se anticipaba a todos para asestar un latigazo sutil por bajo, batiendo a Unai Simón y haciendo explotar a La Cerámica (1-0).
Quedaban 13 minutos y despertó un Athletic que tuvo el empate en una acción aislada con un tiro a la cruceta de Rego. Fue el único susto de un Villarreal que dio un recital en la segunda mitad y durmió anoche a 2 puntos del líder.
Vía: El Periódico de Mediterráneo