El economista Carlos Melconian arremetió con dureza contra la política cambiaria del gobierno de Javier Milei, calificándola de un “populismo berreta para clase alta”.
A dos días del resultado adverso para el Gobierno en las urnas de la provincia de Buenos Aires, el economista no solo criticó el esquema de bandas implementado, sino que también vaticinó que las próximas elecciones de octubre serán una “bisagra” clave para las chances de reelección del Presidente.
Melconian cuestionó en Radio La Red la gestión de los “ingenieros” del Gobierno, señalando que calcularon mal y que la demanda de dólares supera a la oferta, obligándolos a recurrir a “malabarismos de carácter indirecto, y ‘caraduramente’ más directo interviniendo en el mercado”.
“¿Quién te mandó a vos a reventar los dólares de Vaca Muerta en Punta Cana? ¿Qué clase de populismo berreta para clase alta es eso?”, sentenció.
Si bien aclaró no ser “hincha del cepo”, se manifestó a favor de los mercados libres, pero subrayó que si “no te da el cuero”, no se deben dilapidar recursos.
El precio del dólar
El economista sostuvo que el Ejecutivo debe buscar un “precio de equilibrio de oferta y demanda” que lleve a liberar el dólar, lo cual, admitió, implicaría un precio más alto.
Sin embargo, advirtió que “el horno no está para bollos” para implementar tal mecanismo en este momento.
La palabra clave es “encarecimiento”, pero este no debería ser “corporativo” ni impedir la importación de insumos. Toda la normalización debe darse “en los tiempos adecuados”.
Además, urgió a analizar los errores monetarios y cambiarios que han impactado negativamente en la economía.
En su análisis político, Melconian añadió al conocido “riesgo kuka” el “riesgo atril”.
Expresó su descontento con las acciones del Presidente “en el atril” y lo que observa en su “entorno”.
Señaló que tanto el apoyo popular al oficialismo como la falta de modernización de la oposición representan un problema.
El tercer año de gestión
Finalmente, Melconian puso el foco en el “síndrome del tercer año” de gestión, tomando como ejemplo a los gobiernos de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, quienes atravesaron un “via crucis para durar” en ese período.
Este tercer año, recordó, se convirtió en un “gatillo de inflación, un gatillo cambiario, un gatillo de default, y necesidad de fondos vía el FMI”.
La conjunción de este síndrome, el evento electoral, el formato político de la administración y la necesidad de apoyo popular constante, genera un “combo que abre una expectativa que de acá a octubre no va a ser lineal”, advirtió.
Por ello, insistió en la necesidad de corregir “el error del mes de abril en el acuerdo con el Fondo” que estableció el esquema de banda cambiaria.
