El guitarrista Kay Galifi, miembro fundador de Los Gatos, murió este domingo 7 de septiembre en Río de Janeiro.
A la triste noticia la confirmó su sobrino Alejandro Bassini a La Nacióndestacando que el músico no cursaba ninguna enfermedad y que su deceso se produjo por un ataque de hipertensión.
Kay Galifi tenía 74 años, y su aporte en la seminal banda está documentado en los discos Los Gatos (1967), Viento dile a la lluvia (1968) Y Seremos amigos (1968), en los que junto a Litto Nebbia, Oscar Moro, Ciro Fogliatta y Alfredo Toth sentó las bases de un rock infeccioso y psicodélico.
A ese sonido contribuyó con una Hamstrong a la que le sacaba sonidos imposibles, por raros y punzantes.
“Él estaba viviendo en Río de Janeiro. Estaba hablando con el encargado de su edificio, y tuvo un cuadro de hipertensión. Después de que lo internaron, sufrió un edema pulmonar”, contó Bassini al diario metropolitano.
“Es muy triste la noticia. La verdad es que yo no conozco a muchos de sus amigos. Mi mamá, su hermana, mi hermano Andrés y yo vivimos en Rosario y pensamos en hacer llegar la noticia para que la gente de su entorno pueda llegar a saber lo que pasó”, sumó.
Luego, el hijo de Gaetana “Tamy” Galifi, hermana del guitarrista fallecido, contó por qué éste residía en Brasil: “Cuando él tenía 20 años viajó con Los Gatos a los Estados Unidos y cuando pegaron la vuelta, él se quedó en Río y ahí se desarrolló. Hizo toda su vida en Río de Janeiro”.
“Por supuesto que ha venido a ver a mi mamá, que es mayor que él, pero su vida transcurrió en Brasil. Él fue docente de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, allí tuvo sus parejas y a su hija, que también falleció. Por eso, sus restos van a quedar allí”, cerró.
Ese viaje a Estados Unidos y posterior residencia en Brasil, que finalmente sería definitiva, terminaron alejando a Kay Galifi de Los Gatos en particular y del devenir del rock argentino en general.
Pero esa distancia se acortó a cero en 2006, cuando Nebbia y Fogliatta lograron dar con él tras 38 años. El reencuentro derivó en una reunión de Los Gatos, que en uno después celebraron los 40 años de La Balsasu máximo himno.
Kay Galifi nació como Gaetano Galifi en 1948 y se estableció en Rosario durante su niñez junto a sus padres y su hermana. Ya en esa ciudad portuaria, fue rebautizado como Cayetano. El sobrenombre Kay es el que adoptó ya dedicado a la música y establecido en Buenos Aires.
Fue el grupo mexicano Los Teen Tops el que definió el destino rockero de un Galifi hasta entonces sólo inquietado por el folklore: “Quedé loco cuando oí aquel sonido de Strato. El timbre era brillante. Fui a verlos tocar en el auditorio de una radio, pero no pude entrar porque había mucha gente. Pero, por suerte, logré verlos después en un club”.
“Al ver a los tipos tocando en el escenario, todo aquel clima, enloquecí y pensé ‘es eso lo que yo quiero’. Entonces le hice unos agujeros a mi guitarra, le puse dos cositas, un pedazo de hilo y pasé a tocarla como si fuese una guitarra eléctrica”, sumo Kay Galifi, quien en los años anteriores a Los Gatos formó Los Halcones con Oscar Moro y acompañó a Johnny Tedesco.
Fue en 1966 que Los Halcones se cruzaron con sus congéneres Los Gatos Salvajes (Nebbia, Fogliatta y Toth) y que sintetizaron impulsos en Los Gatos. Ese encuentro hizo que Kay Galifi abandonara sus estudios universitarios (cursaba medicina en la Universidad Nacional de Rosario) y le diera un perfil más profesional a su rol como músico, al que despuntaba en fiestas y en bailes.
Luego vendría la vida bohemia en Buenos Aires, los shows en La Cueva, el cruce de Nebbia con Tanguito y el despegue masivo por la pegada de La Balsa.
La vida de Kay Galifi en Brasil
Cuando Los Gatos se presentaron en 1968 en el Festival Internacional de la Canción de Río de Janeiro (Brasil), Kay Galifi conoció a una joven llamada Regina, de la que se enamoró.
En 1969, luego de volver de Nueva York, renunció a Los Gatos y se fue a Brasil para casarse. Ni sus compañeros ni los medios de comunicación argentinos volvieron a saber nada de él hasta 2005. “Es increíble. Nadie sabe dónde está. Ni nosotros ni los familiares en Rosario, nadie supo más nada”, supo contarle Nebbia a la revista Piedra rodante.
Ante la ausencia de Kay, en 1969 Nebbia sumó a Los Gatos a Norberto “Pappo” Napolitano, quien endureció el sonido de la banda.
En Brasil, en tanto, Galifi recuperó su nombre legal (Gaetano Galifi) y se refundó como músico. “Allá comencé a tocar en varios conjuntos de rock, que no era muy fuerte en Río, porque la música brasilera llena todo. Entonces empecé a tocar la música brasilera, samba, bossa nova, latin jazz, hasta que después de un tiempo comencé a tocar música clásica, a estudiar la lectura y esas cosas, y terminé pasándome a la música clásica. Cambié de instrumento, de guitarra eléctrica a acústica, y comencé a componer”, revisó ante Página 12 en 2007.
A fines de los ’60 y ya en Río, Kay Galifi integró el grupo de bossa nova Impacto 8; entre 1971 y 1972, el de rock Analfabitles; y a mediados de la década del ‘70, fundó el grupo Quase. En todos los casos sin alcanzar la popularidad, lo que hizo que se divorciara y cayera en una extrema depresión por varios años.
“Me separé en 1975 y me metí en la religión, estudié yoga, teosofía y me hice astrólogo… algo que, por otra parte, fue lo único que me hizo bien. Pero llegó un punto en el que para mí nada más existía, y fui abandonándolo todo”, detalló.
“Vendí la ropa, los discos, las partituras… todo. Me quedó sólo la guitarra, y cuando llegó el momento, no pude desprenderme de ella. Me dije ‘Si la vendo, me vuelvo loco’. Era lo único que me sostenía al mundo. Fue ahí cuando empecé a volver poco a poco, tocando música clásica, componiendo y dedicándome a la enseñanza”, completó, también para Página 12.
Así fue que comenzó a desempeñarse como profesor de guitarra en el Conservatorio de Música de Río de Janeiro.
Según relevamientos realizados por la prensa carioca, Kay Galifi influyó con sus enseñanzas a toda una generación de roqueros y bluseros brasileños, entre ellos Victor Biglioni, Celso Blues Boy y Roberto Frejat, el guitarrista de Barão Vermelho, la banda liderada por Cazuza.
Además, esas indagaciones revelaron que el músico ítalo-argentino publicó el libro Método Completo de Guitarra: do Blues ao Jazz y que en 2001 compuso y grabó en álbum su sinfonía clásica Amazonas. Poema violinista.