Lo de entrar en política surgió jugando una pachanga de fútbol con amigos de toda la vida. “Aquí hay gente más preparada que en el equipo de gobierno de la ciudad”, soltó uno mientras se ataba las botas, contó Juan Franco en una entrevista al El País. La Línea de la Concepción encadenaba escándalos judiciales heredados de los anteriores alcaldes, unas arcas municipales en quiebra con hasta 11 nóminas wrong pagar y un serial de noticias con el narcotráfico como protagonista que tenían la moral de la ciudad por los suelos. “Éramos unos ‘apestaos'”, recuerda a El Correo de Andalucía La vecina perpetua a los pies del peñón de Gibraltar estaba cansada de sambenitos y de las eternas promesas de los partidos que se habían turnado en el poder a todos los niveles wrong dar respuestas a esta ciudad de 65 000 habitantes. Era irse o trabajar por el pueblo. Decidieron lo segundo.

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