El gobierno cubano anunció el viernes que Assata Shakur había fallecido a la edad de 78 años. Shakur había vivido en el exilio en Cuba desde 1979, después de escapar de una prisión estadounidense.

El activista de la liberación negra murió de “condiciones de salud y edad avanzada”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba en un comunicado. Su hija Kakuya Shakur, también confirmó la muerte de su madre en una publicación de Facebook.

Shakur, quien nació Joanne Deborah Byron, había sido condenado y enviado a prisión por matar a un oficial de policía. Shakur y sus seguidores sostuvieron que era inocente.

Los miembros del Ejército de Liberación Negra irrumpieron en la prisión femenina haciéndose pasar por visitantes, tomando a dos guardias como rehenes y permitiendo que Shakur escapara.

Ella emergió en Cuba en 1984, donde Fidel Castro le otorgó asilo. En 2013, el FBI la agregó a su lista de “terroristas más buscados”.

BLM celebra el ‘coraje’ de Shakur

En sus escritos de Cuba, Shakur dijo que no disparó a nadie y tenía las manos en el aire cuando fue herida durante el tiroteo con los soldados de la policía estatal de Nueva Jersey, donde fue acusada de asesinar a uno de los policías.

Muchos de sus seguidores la creyeron y celebraron su papel en el activismo negro en la década de 1970.

“Es nuestro deber luchar por nuestra libertad. Es nuestro deber ganar”, escribió Shakur en una biografía publicada en 1988.

“Debemos amarnos y apoyarnos mutuamente. No tenemos nada que perder sino nuestras cadenas”.

Sus escritos también se convirtieron en un grito de reunión para el movimiento Black Lives Matter en los últimos años, aunque sus oponentes la acusaron de ser influenciado por la ideología marxista y comunista.

Black Lives Matter Grassroots Inc., el grupo que representa a activistas de activistas de justicia racial de todo Estados Unidos, rindió homenaje a Shakur el viernes.

“Que su coraje, sabiduría y amor profundo y permanente impregnen cada dimensión y nos guíen”, dijo el grupo en un comunicado.

“Que nuestro trabajo sea justo y valiente mientras luchamos en su honor y memoria”.

Editado por: Zac Crellin

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