Borja Iglesias salió de nuevo al rescate de un Celta que ayer pudo acabar goleado de Stuttgart, dada la superioridad física y técnica del rival, pero en los últimos minutos rozó el empate en un remate de Bryan Zaragoza. Demasiado premio se hubiese llevado de Alemania el equipo vigués en un estreno europeo más gris de lo esperado ante un rival que le pasó por encima durante setenta minutos, aunque su conformismo por los dos goles de ventaja en el marcador permitió que los célticos se metiesen en la pelea por los primeros puntos de una liguilla de la Liga Europa que dentro de una semana le enfrentará al PAOK en Balaídos. Por lo visto ayer en el MHP Arena, el Celta está lejos de equipos como el Stuttgart y necesita centrarse en la Liga para no ver complicada su clasificación después de no haber sumado todavía su primer triunfo.

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