Una falsa alarma mantuvo en vilo al barrio porteño de Balvanera durante más de tres horas este lunes, cuando la detección de un “gas indefinido” en una cámara de electricidad provocó un despliegue masivo de equipos de emergencia y el corte de tránsito en la zona cercana al Congreso de la Nación.
Finalmente, las autoridades confirmaron que el olor se debió a una falta de ventilación y una posible fuga de aguas servidas, descartando cualquier peligro de escape de gas tóxico.
El hecho comenzó alrededor de las 14 en la calle Moreno al 2000, entre Sarandí y Rincón, en un edificio que alberga la Obra Social de Viajantes y Vendedores de la República Argentina. Fue personal de guardia de Edesur quien detectó la presencia de un gas, dando aviso inmediato a los Bomberos de la Ciudad y a Defensa Civil. El olor, que en un principio se describió como similar al cianuro de hidrógeno o ácido prúsico, generó gran preocupación y activó todos los protocolos de seguridad.
Como medida preventiva, el edificio fue evacuado de forma ordenada, la cuadra fue vallada y el suministro eléctrico fue desafectado en la zona. Se implementaron cortes de tránsito sobre la calle Moreno, entre Rincón y Sarandí, bajo la supervisión de la Guardia Urbana, mientras que la Guardia de Auxilio brindó asistencia técnica.
Numerosos equipos especializados trabajaron en el lugar. Los Bomberos de la Ciudad realizaron mediciones con equipos para identificar la sustancia, descartando la presencia de cianuro de hidrógeno y, lo que inicialmente se sospechaba, hidrógeno. Especialistas habían advertido que una fuga de hidrógeno sería peligrosa, ya que “por su densidad, desplaza el oxígeno y convierte un ambiente en no respirable”.
Además de Edesur y los Bomberos, se requirió la presencia de personal de Aysa para chequear el sistema pluvial de la zona, una de las posibles fuentes del olor. También se investigó una sala de limpieza dentro del edificio de la Obra Social, que contenía productos químicos, para descartar alguna pérdida allí.
Mientras las pericias se llevaban a cabo, la auxiliar fiscal Presedo, de la Unidad de Flagrancia del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, intervino y dispuso la apertura de un expediente por “averiguación de ilícito”.
Cerca de las 17.30, fuentes oficiales anunciaron el resultado: una falsa alarma. “El olor sería por una falta de ventilación y una eventual fuga de aguas servidas”, confirmaron, añadiendo que los valores de medición eran “aparentemente, todos normales”. Tras la confirmación, el tránsito fue restablecido y la situación regresó a la normalidad en el barrio de Balvanera.