Un niño de dos años fue encontrado sin vida en el sofá de su casa en la localidad de Asa Branca, en las afueras de Recife, Brasilun suceso que causó conmoción. El cuerpo del menor habría permanecido en el sofá durante aproximadamente 24 horas antes de ser descubierto. La tragedia puso en el centro de la escena la negligencia de los padres, quienes son hermanos biológicos y mantenían una relación incestuosa.

El dramático hallazgo salió a la luz el pasado lunes 1° de julio, cuando un vecino alertó a la Policía tras notar que el pequeño no daba señales de vida dentro de la vivienda. Al llegar los agentes, la casa estaba cerrada y no había adultos presentes. Horas después, el padre se comunicó con la policía y confesó la muerte de su hijo.

Según las declaraciones de los padres, el niño falleció tras sufrir fuertes convulsiones. Sin embargo, la consejera de Servicios de Protección Infantil, Claudia Roberta, señaló que los padres no supieron explicar por qué no pidieron ayuda médica.

A pesar de vivir a pocos metros de un centro médico, no intentaron llevar al niño ni llamaron a los servicios de emergencia. “El nene convulsionó, intentaron reanimarlo, pero no pudieron. Les pregunté si llamaron a alguien, si lo llevaron al hospital, y me dijeron que no. No dieron más explicaciones. Salieron de la casa, volvieron y el nene seguía en el sofá”, relató Roberta.

La funcionaria describió que al ingresar a la vivienda, el niño se encontraba en el sofá, “hinchado y ya morado”, con secreciones por la nariz y la boca. El informe inicial del Instituto de Medicina Legal indica que la causa de la muerte fue asfixia por broncoaspiración.

Los padres, de 18 y 24 años, fueron trasladados a declarar al Departamento de Homicidios y Protección a la Persona (DHPP) en Recife, pero no quedaron detenidos. Cabe destacar que la Justicia brasileña no tipifica el incesto como delito, aunque sí prohíbe el matrimonio entre hermanos. Los nombres de los involucrados no fueron revelados en respeto al Estatuto de la Niñez y Adolescencia (ECA).

Como consecuencia de este episodio, una bebé de 9 meses, hermana del niño fallecido, quedó a disposición del servicio social y bajo resguardo del Consejo Tutelar. Aunque no presentaba signos de maltrato, se encontraba en malas condiciones de higiene. Los abuelos de la niña podrían hacerse cargo de ella, pero deberán esperar una decisión judicial.

Denuncias vecinales

Vecinos de la zona denunciaron que el matrimonio era negligente con sus hijos. Claudia Roberta, la consejera, relató que los vecinos querían linchar a los padres cuando la policía llegó. Además, se reveló que el niño fallecido ya había sido retirado de la familia en el pasado por el Consejo Tutelar de Olinda, pero un juez decidió devolverlo a sus padres tras una audiencia.

La Policía caratuló el caso como “muerte dudosa, sin indicios de crimen”, y se están analizando posibles responsabilidades penales.

Tautan Sumber