El capitán del equipo europeo de la Ryder Cup, Luke Donald, tuvo la oportunidad de dedicar las primeras palabras a la afición estadounidense que espera al equipo europeo con las uñas afiladas, con la intención de darle una buena paliza a sus chicos.
Aunque el inglés trató de aplicar un tono conciliador que la Ryder es una competición donde está en juego “el honor, el equipo, el orgullo, la bandera, el respeto, la admiración”, para luego hacer una mención indirecta al hecho que la competición no va de dinero.
“Nos impulsa algo que el dinero no puede comprar: propósito, hermandad y la responsabilidad de honrar a quienes nos precedieron e inspirar a quienes aún están por llegar”, dijo el capitán en la presentación de los equipos en la 45ª edición del torneo.
Luke Donald, durante su discurso de bienvenida en la Ryder Cup / Associated Press / Lapresse / Lap
Medio millón para cada jugador norteamericano
Y es que el dinero que recibirán los jugadores estadounidenses, medio millón de dólares para cada uno, se ha convertido en un tema de debate desde que se conoció las intenciones del PGA de América.
Hasta la última edición en Roma, los profesionales que disputan la Ryder no recibían compensación económica aunque uno de los jugadores de Estados Unidos, Patrick Cantlaydisputó la segunda jornada sin la gorra del equipo, para reivindicar que los jugadores debían cobrar dinero.

Los americanos recibirán 500.000 dólares por cabeza por disputar la Ryder, mientras los europeos recibirán un reloj de recuerdo / Lindsey Wasson / AP
De hecho, esta reclamación de los estadounidenses viene de lejos, ya que incluso Tiger Woods lo planteó y PGA de América finalmente cedió y concedió 300.000 dólares a cada jugador aunque con la obligación de darlo a alguna entidad benéfica.
En esta edición, la cifra ya asciende a 500.000 dólares por jugador, con 300.000 dólares que deben seguir aportando a alguna entidad benéfica sin especificary pueden utilizar los otros 200.000 dólares como les plazca.
En Europa, solo un reloj de alta gama
Europa, a diferencia de Estados Unidos, no tiene la intención de cambiar su criterio y más que un cheque a cada uno, el capitán invierte parte del dinero que cuenta para regalar a cada jugador un Rolex.

Scheffler podría compartir un 10% de los 200.000 dólares con su caddy Joe LaCava / Robert Bukaty / AP
Aunque según publicaba el diario The Telegraphel capitán ha ido más lejos y ha extendido ese regalo de alta gama a los caddies y a las esposas y novias de los jugadores. Un detalle más emotivo que económico, pero que sigue siendo el factor que mueve al equipo, a diferencia de los norteamericanos.
“Queremos que esto gire en torno a la experiencia única que es para todos, algo que está por encima de cualquier pago directo y mantiene a ese lobo alejado de la puerta. También ayuda a equilibrar un poco más el terreno de juego para los caddies”, dijo Donald, que cuenta con el apoyo total de los jugadores para que la Ryder sea algo diferente al resto del año.