Tras la debacle electoral de La Libertad Avanza por un margen muy superior al esperado, llegó la huida de los activos argentinos por parte de los inversores que ven tambalear un proyecto político afín a los mercados.
Las acciones se hundieron hasta 22%, los bonos de la deuda pública cayeron cerca de 9%, el riesgo país se disparó por encima de los 1100 puntos, y el dólar tocó el techo superior de la banda al cotizar a $ 1.470 para minoristas durante buena parte del día.
La marea roja se produjo a consecuencia de que la diferencia que obtuvo el peronismo en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires fue mayor a la estimada y complica los planes del oficialismo de cara a las nacionales de octubre.
Los 14 puntos a favor de Fuerza Patria en todo el territorio bonaerense son leídos por los mercados como un freno al programa de gobierno de Javier Milei, que ahora deberá reconfigurar su norte político si pretende llevar adelante las reformas estructurales que se le reclaman.
Por eso, apenas se habilitaron las pantallas los grandes inversores salieron a vender en masa los activos argentinos.
Los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Nueva York fueron las más castigadas, en especial los papeles bancarios. Por ejemplo, Banco Macro cayó 22,8%, BBVA 22,1%, Galicia 21% y Superville, 21,9%. Las últimas operaciones que llevaron a los bancos a tomar más deuda del gobierno es uno de los principales motivos de esta debacle porque quedaron expuestos a incumplimientos o reestructuraciones. También sufrieron YPF (13,4%), TGS (17,7%), Edenor (18,6%) y Pampa Energía (16.3%).
Entre los bonos, los más castigados fueron AE38D (8,8%), AL41D (8,7%), AL35D (8,4%) y GD 35D (8,2%). Esto provocó que el Riesgo País se dispare por encima de los 1.100 puntos. Esta es la principal preocupación del gobierno ante los vencimientos de deuda en dólares que tiene por delante porque no podrá salir a refinanciarlos.
La próxima gran obligación es en enero de 2026 donde tiene que pagar intereses de bonos a privados por U$S 4.500 millones. Para eso había juntado unos U$S 1.700 millones que en las últimas semanas destinó a contener el precio del dólar. Los inversores ven que ante este escenario Milei tendrá serias dificultades para comprar las reservas necesarias y cumplir con el pago.
En la misma tónica, el MERVAL de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires retrocedió 12,5%, también por el impacto en los bancos.
En cuanto al dólar, su cotización oficial cerró a $ 1.365 y $ 1.425 para compra y venta, respectivamente.
A las 10 de la mañana cuando los bancos subieron las pizarras para la apertura del día, el precio uniforme, incluido el Banco Nación fue de $ 1.400 y $ 1.460, a pocos pesos del techo de la banda. La excepción fue el Banco Hipotecario que salió a $ 1.345 y $ 1.380.
A esa misma hora se celebraba la primera reunión de gabinete de la que no participaba el ministro de Economía, Luis Caputo, tal vez bajo la obligación de observar como arrancaban las cotizaciones.
Con el correr de la rueda, el precio del dólar oficial cedió hasta cerrar en $ 1.365 y $ 1.425.
La salida de la mayoría de los bancos al mismo precio, incluido el Nación indujo a pensar en algún tipo de coordinación con Ministerio de Economía. Para algunos, impresionó como otro desafío al mercado; como una versión recargada del “Si te parece barato, comprá campeón”, pero esta vez en el techo de la banda y con el BCRA con U$S 13.000 millones para aguantar.
De todas maneras, los agentes económicos señalaron que el monto de transacciones fue muy bajo y que no hubo intervenciones por parte del BCRA.
La baja sobre el final del día trajo un alivio temporario, porque dentro del equipo económico saben que es una lucha que recién comienza y en cualquier momento puede fomentarse un ataque contra el peso.
El dólar mayorista, que también había arrancado a $ 1.450, también aflojó sobre el cierre para quedar a $ 1.409. En la Bolsa el MEP quedó en $ 1.435 y el CCL en $ 1.440. Por su parte, el “blue” culminó en $ 1.380 y $ 1.420; en Córdoba se pagó $ 1.435.
En medio de este desfavorable contexto, el miércoles Caputo debe salir al mercado a buscar $ 7,2 billones para renovar vencimientos de deuda en pesos del Tesoro Nacional. En principio el vencimiento era de $ 16 billones, pero hoy se dispuso una renovación automática de casi $ 9 billones en poder del BCRA.
De todas formas, el monto es significativo en un escenario desfavorable para el gobierno, donde la tasa de interés se ubica en torno al 42% anual.
En la última licitación la secretaría de Finanzas a cargo de Pablo Quirno tuvo que convalidar una tasa de 4,8% mensual para lograr el monto necesario para la renovación. Ese rendimiento es casi 3 puntos por encima de la inflación esperada.
Otro golpe fuerte para el gobierno fue la marcha atrás que dio el JP Morgan, que había recomendado invertir as largo plazo en la Argentina. Luego del resultado del domingo, quitó del documento ese párrafo.