La nutrición y la fragilidad cognitiva mantienen una relación bidireccional. Una mala alimentación puede acelerar el deterioro cerebral, mientras que un estilo de vida saludable ayuda a preservar la memoria y la concentración.

Según Manuel Antón, geriatra, dietas como la mediterránea, ricas en vegetales y aceite de oliva, aportan beneficios cuantificables a nivel cognitivo.

Este enfoque evidencia que el envejecimiento no es un proceso irreversible ligado únicamente a la edad, sino que puede modularse mediante hábitos saludables. La combinación de alimentación equilibrada, ejercicio físico y entrenamiento cognitivo demostró ser eficaz, especialmente cuando la intervención es temprana.

Nutrientes esenciales para el cerebro

Eva Bautista, nutricionista, asegura que los alimentos ricos en antioxidantes, ácidos grasos esenciales y vitaminas específicas mejoran la circulación cerebral y protegen las células nerviosas del envejecimiento prematuro.

Entre los nutrientes más importantes para mantener la memoria y la concentración se destacan:

  • Antioxidantes: protegen las células cerebrales del daño oxidativo.
  • Ácidos grasos omega-3: esenciales para la función cognitiva y la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
  • Vitaminas E y C: favorecen la regeneración neuronal y el flujo sanguíneo al cerebro.
  • Ácido fólico y proteínas: promueven la reparación celular y el mantenimiento de la función cognitiva.

Alimentos recomendados para potenciar la memoria

  1. Frutas y verduras: arándanos, frutillas, naranjas, brócoli y espinacas aportan antioxidantes y vitamina C, fundamentales para la salud cerebral. Se recomienda consumirlas frescas en ensaladas o acompañando otros platos.
  2. Pescados grasos: salmón, caballa y atún son ricos en omega-3, que mejoran la memoria y la concentración. Se aconseja incluir pescado azul en la dieta al menos dos o tres veces por semana.
  3. Frutos secos: almendras, nueces y avellanas contienen grasas saludables, antioxidantes y vitamina E, ideales para proteger las células cerebrales. Pueden consumirse como snack o en yogures y ensaladas.
  4. Cacao y chocolate negro: con alto contenido de flavonoides, favorecen la circulación cerebral y estimulan funciones cognitivas. Unos 28 gramos de chocolate al 85% de cacao o cacao puro en bebidas puede mejorar el rendimiento cerebral.
  5. Legumbres: lentejas, garbanzos y legumbres aportan ácido fólico, fibra y proteínas, esenciales para la regeneración neuronal. Incorporarlas en guisos, sopas o ensaladas ayuda a mantener la función cognitiva.
  6. Aceite de oliva virgen extra: rico en antioxidantes y grasas saludables, mejora la circulación sanguínea y reduce la inflamación neuronal. Se recomienda usarlo para ensaladas, aderezos y cocinar al horno.

La importancia de la orientación profesional

Miryam Piqueras, médica especialista en adultos mayores, subraya que consultar a un especialista antes de realizar cambios en la dieta es fundamental, especialmente para personas mayores con condiciones de salud preexistentes o medicación.

Un profesional puede ofrecer un plan personalizado para prevenir la pérdida de memoria, problemas de atención y dificultades en la concentración.

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