Gonzalo Zelarayánvolante ofensivo de Belgranofue una de las figuras destacadas en el contundente triunfo 4-0 de su equipo sobre Talleres en el torneo de Reserva. El clásico, disputado en la Boutique, no solo dejó a Belgrano como puntero, sino que también generó un montón de reacciones entre las hinchadas.
Gonzalo, autor de uno de los goles, habló sobre sus sensaciones, sus sueños y el legado futbolístico familiar que lleva con orgullo: es el sobrino de Lucasel 10 del plantel profesional.
Lo hizo en La Voz en Vivoel streaming de La Voz que compartió algunos fragmentos de la siguiente entrevista.
-¿Cuáles son tus sensaciones después de semejante triunfo y en el lugar en el que fue?
-Sí, muy contento por haber ganado el clásico y muy feliz porque también quedamos punteros.
-¿Qué significó para ese grupo de jugadores haber jugado ahí, no? En la Boutique por el contexto que tenía. No fue un partido típico de Reserva en una cancha sin público. Fue en la Boutique y con toda la hinchada de Talleres.
-Sí, había un ambiente muy lindo en la cancha. Desde el primer minuto, apenas salimos al campo de juego, la gente cantó. Gracias a Dios lo pudimos hacer bien y nos trajimos los tres puntos.
-¿Cómo gestionaron ese clima?
Un poco lo que hablaba yo con mi viejo, con mis más cercanos, es que tenía que jugar al fútbol, demostrar lo mío, y bueno, traté de transmitírselo a mis compañeros y fuimos a traer el triunfo a casa.
-Lo que todo hincha de Belgrano se pregunta es, luego de haberle marcado ese gol a Talleres en ese 4-0, es si te escribió el Chinito, si te escribió tu tío Lucas y ¿qué te dijo?
-Sí, sí. Sí, sí. No, siempre estamos en contacto y más después de los partidos. Siempre apoyándonos y, bueno, me mandó su mensaje de felicitación.
-¿Te ves jugando alguna vez con él en el equipo titular?
–Sí, siempre sueño con eso, con que algún día vamos a compartir equipos juntos. La vez que me tocó debutar, él no pudo estar en cancha, así que queda como objetivo. Es un sueño de todos en la familia, cada vez que nos imaginamos el día que podamos compartir. Así que nada, a entrenar y a seguir metiéndole para que algún día se dé.
-Sos hijo de Carlos, hermano de Lucas, que es un goleador histórico de la liga cordobesa. ¿Qué te cuenta tu viejo de aquel pasado de Liga cordobesa que tiene él?
–Sí, sí, soy hijo de Carlos, “el Chino grande”, como se lo conoce, “el verdadero Chino”, le saben decir. Siempre que nos juntamos a hablar en familia, él siempre cuenta sus anécdotas pasadas, así que siempre estamos ahí escuchándolo.
-Respecto a tu carrera, me contaban que en vez de ver dibujitos animados, lo que te ponías a ver era partidos. ¿Así de loco por el fútbol sos?
-Sí, sí, de chico. Sí. Siempre me gustó el fútbol. Desde que tengo 4 años juego al fútbol, así que toda la vida era fútbol, no había otra cosa. Yo siempre iba a ver a mi viejo jugar al fútbol de chico, a mis tíos y a mi hermano. Siempre que no estaba entrenando o jugando al fútbol, yo siempre iba a verlos a ellos y creo que aprendí mucho.
-Entrenás con el plantel de primera división de Belgrano. ¿Qué me decís del momento del equipo y para qué crees que está?
-Sí, sí. Ya desde principio de año estoy en el plantel de primera. Bueno, ahora estamos pasando un mal momento. Creo que perdimos varios partidos. Estamos en cuartos de final de Copa Argentina, así que nada, creo que es ir partido a partido y, bueno, y a seguir trabajando como lo venimos haciendo y un poco más.
-¿Cuál es tu sueño en Belgrano?
-Mi sueño y objetivo ahora mismo es consolidarme entre los once titulares. Y siempre sueño con hacer mi primer gol en Alberdi y, cómo que no, algún día ganar un título.
-¿Qué tipo de jugador sos?
-Soy un jugador muy ofensivo. Me gusta mucho el arco, aunque mi posición natural es de enganche. También lo estoy haciendo de punta, así que nada, siempre trabajo mucho para el equipo y bueno, así es como me considero.
–Si tu papá es el Chino, tu tío es el Chinito, ¿vos qué sos?
-No, no sé. Ahora empezaron a decirme “Chinito” en estos últimos tiempos, pero siempre me dijeron “Gonza”, así que ahí vamos con lo que me digan.