A pesar de ser un domingo electoral, donde miles de platenses salieron a poner su voto en las urnas, otros no tuvieron elección y debieron presentarse en sus trabajos. Horarios reducidos o turnados para poder ejercer, previo o después, su democracia, rodearon un panorama diferente en comparación a un día común y corriente. Restaurantes, comercios, micros y taxistas, son algunos de los rubros que dijeron presente.
En una jornada marcada por la gratuidad del transporte y el flujo irregular de gente, los trabajadores de distintos rubros vivieron realidades opuestas.
Con la gran mayoría de las escuelas abiertas a partir de las 8 de la mañana, la dinámica de la Ciudad se mantuvo activa, aunque con matices. “Comencé el recorrido a las 6 de la mañana y estuvo muy tranquilo”, contó Guido, chofer de la línea 307, quien además agregó: “Hay muchas personas que atinan a poner la sube, pero hoy el pasaje es gratis para todos”. Por su parte, Miguel, colectivero de la línea Oeste, notó que el movimiento “empezó mas o menos al mediodía” porque “mucha gente lo elige porque hay pase libre hasta las 18”.
En contraste, para los taxistas, la situación fue diferente. Julio se lamentó de que la jornada venía “mal y bastante parada”, ya que -según el chofer – “la gente elige otro medio de transporte gratuito”. A pesar de esto, reconoció que “hay más movimiento que un domingo habitual y con más micros” en las calles del centro, pero que eso no se tradujo en más viajes para su rubro, en donde además “se presentaron menos unidades a trabajar”.
“Está tranquilo, más tranquilo que nunca. Peor que cualquier otro domingo. Estuve una hora y media estacionado esperando. El único viaje que hice, la mujer se me bajó a la mitad del camino porque justo venía el micro que era gratis y se fue”, contó Darío, otro taxista con parada en calle 7.
El sector gastronómico fue otro de los rubros afectados. La prohibición de la venta de bebidas alcohólicas jugó una mala pasada para quienes cotidianamente eligen los domingos para salir a comer y pasear. Elías, dueño de un restaurante en diagonal, señaló que la jornada estaba “bastante tranquila” en comparación con un fin de semana normal. “Siempre se suele mover a las 12 y 12:30 con la parrilla bastante cargada, y hoy estamos muy tranquilos”, dijo.
Al testimonio se sumó Santiago, empleado de un kiosco en 44 y 2, donde notó que el movimiento se activó después de las 11 de la mañana, impulsado por los votantes que ya habían cumplido su obligación y esperaban los colectivos para volver a sus hogares.
Sin embargo, mientras la mayoría de los ciudadanos cumplían con su deber cívico desde las primeras horas, un sector de la sociedad platense prefirió hacerlo más tarde para aprovechar el descanso de los vecinos. En este marco, los repartidores de las cadenas de pedido de comidas se vieron beneficiados por las elecciones. “Viene movido porque no hay muchos riders dando vueltas y hay varias solicitudes. Comencé a las 9 de la mañana, descanso a las 14 y salgo nuevamente a la tarde. Hay más movimiento porque hay mucha gente que no trabajó y se pudo quedar en su casa” comentó Lexile, un repartidor del casco céntrico a este diario.
“Es un domingo tranquilo donde hay menos tránsito y se puede manejar tranquilo en la calle” agregó Daniel, otro delivery que había empezado su jornada alrededor del mediodía.