Como en toda la economía, la construcción en Córdoba muestra realidades heterogéneas. Las empresas dedicadas al desarrollo de infraestructura eléctrica están “a lleno”; el sector más tradicional (desarrollo vial, cloacas, edificios públicos, etcétera) tiene un buen nivel de actividad; el desarrollo de viviendas permanece estancado y sólo se mueven determinados nichos de mercado. Y finalmente, la obra para la industria, que suele ser un buen complemento para el sector, está completamente paralizada.
Este es el panorama que mostró el sector en la Semana de la Construcción, organizado por la Delegación Córdoba de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), un evento que sorprendió a muchos de los más de 6.500 visitantes por el despliegue de maquinaria, equipos y materiales que se hizo en el Centro de Convenciones Córdoba.
El dato lo evidenciaron los propios empresarios. Mientras que en el promedio nacional la industria de la construcción trabaja a un 20% de la capacidad instalada, en Córdoba el promedio es de 70%.
Tras haber pasado un 2024 para el olvido, las empresas aseguraron que este año mejoró la actividad, pero reconocieron que el empleo aún no se ha recuperado.
“Córdoba es una isla, diría yo. En el orden nacional, la inversión pública en infraestructura ha disminuido a niveles ínfimos. Santa Fe es otra provincia también muy dinámica. Pero Córdoba, en el contexto general del país, tiene una inversión en infraestructura que es la envidia de muchos otros lugares”, dijo Gustavo Weiss, presidente de Camarco a nivel nacional, en el marco de este evento.
Por la restricción de fondos que aplica el Gobierno nacional para mantener el equilibrio fiscal, ya en junio de 2024 el sector había perdido a nivel nacional entre 120 mil y 150 mil empleos, para quedar hasta la actualidad con una fuerza de 420 mil trabajadores.
“Las empresas, primero, disminuyeron planteles fuertemente y luego empezaron a dedicarse a otras actividades privadas”, agregó Weiss.
Esta realidad vivieron también las empresas de Córdoba hasta inicios de este año, cuando la Provincia comenzó a recomponer obras con fondos propios o créditos.
“Córdoba está en un momento totalmente diferente al resto del país. Primero, porque la Provincia tiene la voluntad y la decisión política de hacer obras públicas. Segundo, porque tiene los recursos propios, cosa que no pasa con el resto de las provincias. El sector trabaja al 70% o el 80% de su capacidad instalada. Obviamente, todavía hay restricciones que hacen que no se haya recuperado totalmente el empleo”, explicó Horacio Berra, presidente de la Delegación Córdoba de Camarco.
Días atrás, en diálogo con el programa La Voz en VivoNéstor Chavarría, secretario general de la Uocra Córdoba, puso en números esta situación, sobre lo cual indicó: “En febrero de 2023, teníamos 23.100 trabajadores; en la actualidad, somos algo más de 19 mil, tres mil trabajadores menos. Venimos recuperando algo, porque la obra pública de la Provincia ha comenzado a traccionar, pero no basta. En los últimos años, entre el 60% y el 65% de los trabajadores estaban relacionados con la obra pública nacional y provincial, y el resto era privada. Lo que sucede es que se cayó la actividad de la Nación, obras públicas viales, universidades y obras de gas, y eso disminuyó mucho la mano de obra. El sector privado dio señales de reactivación en los primeros meses de este año con muy poca mano de obra, pero este vaivén en la finanzas y el crédito perjudicó tanto al empresario como al trabajador”.
Inversión provincial
“El año pasado fue duro para el sector; algunos pocos tuvieron que buscar alternativas para subsistir. Pero luego llamaron a licitaciones que se empezaron a concretar a principios de este año. Hoy hay ramas como la vial, saneamiento, acueductos y arquitectura que están trabajando al ciento por ciento de la capacidad”, indicó Luis Lumello, presidente de Martínez Lumello Construcciones.
Como es habitual en las previas a los momentos electorales, la Provincia activó una fuerte cartera de obras.
Entre las obras viales, están la circunvalación de Río Cuarto; el altonivel que conecta a Valle Escondido con la ruta E-55; pavimentación de la ruta provincial 28 que une Tanti con Taninga; el segundo camino de las Altas Cumbres; la duplicación de calzada de la ruta a Jesús María; la duplicación de la avenida Bodereau, y a esto se suma, aunque en menor dimensión, la reparación y la pavimentación encarada por la Municipalidad de Córdoba.
Además, la Provincia espera firmar el último acuerdo con la Nación para hacerse cargo de la finalización de la autopista ruta 19, que deberían haberse encarado hace casi una década. Las obras están preadjudicadas a tres empresas en cada uno de los tramos, proyecto que está listo para firmar los contratos y dar inicio a las obras.
También puso en marcha obras hídricas, de saneamiento, gasoductos y obras de infraestructura eléctrica encabezadas por Epec.
“En los ocho años del gobierno de Juan Schiaretti, se invirtieron U$S 8 mil millones en obras públicas. En 2024, con la gestión de Martín Llaryora, estuvimos muy cerca de los U$S 900 millones, manteniendo el promedio histórico a pesar de las dificultades. El 2025 no terminó aún, pero vamos a estar muy cerca de esa cifra”, explicó Fabián López, Ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia.
Según el funcionario, el Gobierno provincial ha tratado de mantener un fondo para obras públicas, 75% con aportes propios y 25% con préstamos internacionales, aunque en algunos casos ha llegado a un esquema 60%-40%.
Por ejemplo, para la autovía ruta 19 aspira a buscar fondos en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Actualmente, tiene obras en ejecución con aportes de la Corporación Financiera Internacional (IFC), del Banco Mundial; el acueducto interprovincial (con Santa Fe) se financia con fondos kuwaitíes y saudíes y, según adelantó López, tiene “muy encaminado” un aporte del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (ex-CAF) para obras viales, de infraestructura eléctrica e hídricas.
Pero en otros rubros la actividad es sustancialmente menor. Un ejemplo es el desarrollismo y la construcción de vivienda, reducido a algunos nichos de mercado.
“La obra privada está en una situación difícil. La venta está más dura, los costos en dólares de construir han subido exorbitantemente y el precio de venta no refleja ese traslado. Así que la rentabilidad del desarrollista está muy finita. Además, quedan muchas unidades usadas. Creo que el mercado se va ir depurando y aquellos que eran un poco más improvisados van a dejar lugar a los más experimentados”, dijo Marcos Barembaum, presidente de Estructuras. Su empresa tiene su fuerte en la obra pública, pero además está terminado “Cuatro Housing” en la calle Vieytes y, en semanas más, comenzará un nuevo alojamiento en Valle Escondido, sobre la avenida República de China.
Sobre la industria, un mercado que también mueve grandes obras, todos los empresarios que pasaron por la Semana de la Construcción coincidieron en que la actividad está paralizada. La suba de las tasas de interés, el avance de la importación, el estancamiento y la incertidumbre política y cambiaria frenaron totalmente la inversión.
Infraestructura eléctrica, un sector que trabaja “al máximo” de su capacidad
Donde la actividad está a su máxima capacidad es en la infraestructura para la provisión de energía eléctrica.
“Hay un plan de obras muy agresivo de Epec, con actualización y ampliación de redes de distribución, como también estaciones transformadoras. Las empresas que nos dedicamos a esto, que debemos ser unas 20, estamos trabajando al máximo de la capacidad. Y hay una cola de obras por venir”, resaltó Andrés Oberti, titular de Solflix. Su grupo tiene entre sus negocios a Ecovatio, que instala sistemas de generación de energía solar, una de las pocas cosas en las que invierten las empresas para bajar costos y sumar políticas de sustentabilidad.
Claudio Puértolas, presidente de Epec, puso en números el plan que se está implementando. Regularmente, el sistema eléctrico en Córdoba necesita inversiones de U$S 80 millones a U$S 100 millones anuales. Este año coloca U$S 260 millones.
“Al normal desarrollo de obras, se sumaron otros proyectos. En 2023, Epec ganó 11 proyectos de generación de energía de baja potencia en una subasta nacional que hizo la Secretaría de Energía de la Nación; ahí sumamos cuatro proyectos fotovoltaicos, dos proyectos de biogás y cinco ‘minihidro’, que son hidroeléctricas de baja potencia; todos los proyectos están en obras, en distintas etapas de avance, menos dos que vamos a licitar antes de fin de año”, mencionó.
Además, agregó, construye el parque solar en Arroyo Cabral, a lo que se suman las obras en el norte y el oeste de la provincia, como estaciones transformadoras en Totoral, en Las Peñas y en Cruz del Eje, con sus respectivas líneas de transporte.
¿Cómo se financian las obras? La mayor parte, con el ahorro que le generó la reestructuración interna que arrancó en 2018, por el cual pasó de 4.002 a 2.860 empleados.
“Esto permitió que parte de las inversiones se hicieran con la caja de la empresa. Otra parte con el Fondo para el Desarrollo Energético Provincial (Fodep), que se recauda en la factura de servicio. También se tomó un préstamo del Banco de Córdoba para emprendimientos de generación de aproximadamente U$S 25 millones”, explicó Puértolas.
¿Más obra pública en 2026?
En Argentina, la construcción en todas sus formas representa cerca de 4% del PIB. Para este año, el Presupuesto del gobierno nacional proyectaba obra pública de 0,4% del PIB. Según datos de Camarco, el Presupuesto 2026 establece el mismo porcentaje.
Un informe del Iaraf –encabezado por el economista Nadin Argañaraz– muestra que en el Presupuesto 2026 la inversión real directa crecerá 49,7%, para llegar a los $ 4 billones. Pero también, en su análisis de la variación real interanual de los principales gastos del Gobierno nacional acumulados hasta agosto de este año, revela que la inversión real directa bajó 18,4% respecto al mismo período de 2024.