El canadiense Brent Chapman ha sido casi completamente ciego desde que tenía 13 años. En relación con un partido de baloncesto, se sintió un poco mal y tomó ibuprofeno. Los analgésicos habituales le dieron una reacción seria rara que resultó en la enfermedad del síndrome de Stevens -Johnson. Después de 27 días en coma, estaba ciego a su ojo izquierdo y había perdido la mayor parte de la vista a la derecha.

Desde entonces ha realizado casi 50 operaciones. La mayoría han sido trasplantes corneales.

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