Es lógico pensar que un país bendecido con todos los climas, con salida al mar, de población incipiente y con un extenso territorio es lógico puede progresar. Aun así la Argentina sigue sumida en el pozo por dirigencia corrupta que ampara su condición en el voto ciudadano. Los periodistas de ética alertan valientemente y el lector comprometido ayuda con diarias cartas a que la moral reviva y la conciencia despierte. Es bueno que se unan los de ideales patrióticos: lejos de ser ignorados son bien percibidos. Podemos tener un pasado con mucho que cuestionar e incertezas sobre el futuro. Pero las cartas alertan.