Los manifestantes interrumpieron las redes de transporte y organizaron bloqueos en todo Francia el jueves en una muestra de fortaleza contra el plan del presidente Emmanuel Macron para reducir el gasto público.
La acción atacó el metro de París, las líneas ferroviarias regionales y las carreteras clave, mientras que las manifestaciones se extendían desde grandes ciudades hasta pequeñas ciudades.
En París y Marsella, la policía usó gases lacrimógenos para dispersarse temprano y no autorizadas.
¿Por qué hay huelgas en Francia?
Los principales sindicatos llamaron a las huelgas para exigir que el gobierno abandone los recortes presupuestarios propuestos, las congelaciones de bienestar social y otras medidas que, según dicen, exprimirán a los trabajadores de bajos y medianos ingresos. Los sindicatos argumentan que el plan de austeridad profundizará el dolor económico que ya ha derrocado a gobiernos anteriores que intentan reformas similares.
“El objetivo es mostrarle al gobierno que estamos aquí, que estamos hartos de estar gravados como locos, que estamos hartos de tener problemas para llegar a fin de mes el 15 del mes”, dijo Samuel Gaillard, un conductor de camión de basura, a la agencia francesa de noticias de la AFP.
Las protestas marcan una prueba crítica para el nuevo primer ministro Sebastien Lecornu, quien fue nombrado la semana pasada y encargada de guiar los recortes a través del Parlamento para reducir el creciente déficit y la deuda de Francia.
La policía desplegó a unos 80,000 oficiales en todo el país, con algunas peleas anteriores al amanecer en París.
Mientras que los trenes de alta velocidad operaban en gran medida, los servicios regionales y el metro de París enfrentaron interrupciones significativas. Las escuelas, fábricas y otros sectores de la segunda economía más grande de la UE también se vieron afectadas. Los aeropuertos informaron solo retrasos menores después de que los controladores de tráfico aéreo pospusieron su propia llamada de huelga.
Las huelgas del jueves, aunque a menos que el cierre total destacó la resistencia pública a la austeridad y subrayó el desafío que enfrenta Lecornu para dirigir la agenda de reducción de costos del gobierno a través de un parlamento inquietante y una calle aún más inquieta.
El predecesor de Lecornu, Francois Bayrou, fue expulsado por el Parlamento la semana pasada por su plan de recortar 44 mil millones de euros ($ 52 mil millones) del presupuesto en 2026.
Los sindicatos también continúan denunciando la impopular reforma de pensiones 2023 de Macron, lo que aumentó la edad de jubilación de 62 a 64 años. La campaña “Block Everything” de la semana pasada trajo barricadas, gases lacrimógenos y escombros en las calles de todo el país.
Editado por Sean Sinico