Este fin de semana, la presencia de Noelia Sinkunas en Villa General Belgrano (el sábado) y la ciudad de Córdoba (el domingo) garantiza dos citas ineludibles para los amantes del tango. Es que la pianista viene cultivando el género desde hace tiempo, tanto en su rol de intérprete como en el de compositora. De hecho, a sus 36 años, es una de las principales referentes de una generación de músicos que busca sostener y refundar la tradición del 2×4.
En esa encrucijada permanente entre el legado y la renovación, la artista además se divierte, explora, inventa, juega. Por eso no llama la atención que Sinkunas toque el tango como la “juventud del ‘40” y también se anime a acompañar al trapero Ysy A o a integrar la banda de cumbia disidente Cachitas Now!
Tampoco es extraño para su recorrido que en la edición 2025 de los premios Gardel haya sido nominada con dos discos a su nombre: uno instrumental y con repertorio de clásicos, Costero criollo (ganador como mejor álbum de orquesta o grupo de tango); y otro que explora un universo más heterodoxo, rebosante de chamamé y algunas locuras: Unión y perseverancia.
Este segundo trabajo será la principal referencia a nivel repertorio en esta nueva visita de la pianista, que además tendrá la particularidad de ser presentado junto al cuarteto con el que viene interpretando estas composiciones propias.
“Este formato para mí es especial porque es un formato bien tanguero, compacto, tiene mucha potencia”, explica Sinkunas al responder un cuestionario de La Voz.
Luego, enumera a sus integrantes y la respectiva conexión con cada uno. Otra muestra de la multiplicidad musical que ejerce la pianista como modo de operación permanente: “Con Nacho Santos compartí grupo que se llamaba Alto Bondi, es un amigo de muchos años. Con Caro Rodríguez también compartimos varios proyectos; Juli Subatín viene del palo de la canción y del jazz, de diferentes músicas”.
“Nos encontramos compartiendo la música”, asegura, al tiempo que refuerza ese costado lúdico -e imprevisible- que tiene el intercambio con otros instrumentistas sobre el escenario. “Estoy muy contenta de estar en Córdoba en este formato, es la primera vez que vengo con mi banda”, agrega a modo de invitación respecto de sus conciertos en Villa General Belgrano (este sábado en La Sidrería Cultural, con Clara Presta como invitada) y en la capital provincial (el domingo en Puerta 276, junto a Milonga Sin Corte).
Voces que suman
A esta altura, la carrera de Sinkunas tiene varios logros internacionales por citar. Pero el lista de canciones de Unión y perseverancia es otra manera de medir el éxito de la pianista, que se dio el gusto de invitar a voces de lo más disímiles en un disco que encontró su concepto sobre la marcha, en el mismo proceso del hacer.
“La diversidad de voces fue bastante casual y fue sucediendo para mi sorpresa”, admite la pianista, que –si hablamos de diversidad– también tiene en su haber escenarios compartidos con Nacha Guevara, Cacho Castaña, Julieta Laso o Natalia Oreiro, entre otros.
“Con algunas de esas personas ya trabajo, como Tomi Llancafil, Alex Musatov o Daniela Herrero. Con ella me había cruzado y pensé que le quedaría muy bien un tema”, asegura. Y continúa la enumeración descriptiva: “Con Ricardo Mollo habíamos tenido un intercambio por redes sociales y por un piano; y bueno, a raíz de eso surge un diálogo. Con Leo García también se dio así: él le dijo a unos amigos que tenía ganas de hacer algo conmigo y así fue que le escribí. Con Nana Arguen compartimos el proyecto con Nico Sorín tocando Piazzolla”.
“Fue sucediendo un poco también por mi inquietud de estar en contacto con otros géneros, en otros espacios”, asegura Sinkunas, que se siente cómoda (como pez en el agua, podría decirse) en ese ir y venir entre los mandamientos tallados en piedra y aquello que tiene más aroma a vanguardia o experimentación. “Me encanta mezclar los estilos, improvisar”, define luego con síntesis programática.
–“Tradición”, la primera canción de “Unión y perseverancia”, dice: “A veces me siento tango y a veces chamamé”. ¿Cómo llegaste al concepto de este disco que une a estos dos géneros pero también muestra fragmentos de otras inquietudes musicales que te definen?
–Vengo trabajando bastante con el tango en general y hace un tiempo también con el chamamé. Mi disco anterior, Ungüento (2022), es un disco de música litoraleña de composición propia. Y Unión y perseverancia es un poco la mezcla de ese camino: son composiciones propias también y colaboraciones con artistas que admiro mucho, voces que por ahí no pertenecen a estos géneros, al tango, que son parte de la música popular y con los cuales logré conectar a ese mundo. Por ejemplo, la voz de Mocchi que cantó un chamamé; Leo García; Daniela Herrero, que cantó también un chamamé. Encontré la forma de acercar mundos que parece que no se acercan y sin embargo conviven en el mismo ecosistema.
–Una de las invitadas “Unión y perseverancia” es la bandoneonista Milagros Caliva, con quien grabaste “Costero criollo”, que ganó un Gardel hace unos meses. ¿Qué significa para vos que esos discos hayan sido premiados y destacados? ¿Te nutre de algún modo ese retorno del afuera?
–Sí, claro, la verdad es que estoy muy contenta y agradecida por el reconocimiento. Hicimos un disco de tangos clásicos con Milagros Caliva, previo a viajar a un festival de tango al que nos invitaron a participar el año pasado en Francia. Yo venía preparando también Unión y perseveranciaque es un disco de composiciones propias. Ambos fueron reconocidos en los Premios Tango Siglo XXI y en los premios Gardel. Es una alegría muy grande y un impulso a seguir creando más allá del repertorio clásico, que tampoco quiero dejarlo de lado. Pero últimamente vengo comprometida con la idea de la creación de nuevas obras y siguiendo ese camino.
Para ir
Noelia Sinkunas presenta Unión y perseverancia junto a su cuarteto de tango. Este sábado, en Villa General Belgrano (La Sidrería Cultural) junto a Clara Presta; y el domingo, en Córdoba capital (Puerta 276), con Milonga Sin Corte como grupo invitado. Entradas en venta en las redes sociales de la artista.