en panaderías se consigue desde los $16.000 su modo “mini” / d.alday

Aunque el bolsillo aprieta, el pan dulce vuelve a estar en las mesas navideñas de La Plata y la Región. El clásico de las Fiestas llega este año con aumentos que rondan entre el 30% y el 40% respecto de 2024, impulsados principalmente por el encarecimiento de la materia prima, los costos de transporte y la caída del poder adquisitivo. Aun así, en los comercios se apoyan en la tradición y avanza el ingenio, con presentaciones que hasta piensan en la porción individua.

En panaderías de barrio, confiterías y supermercados conviven hoy opciones muy dispares, tanto en calidad como en precio. Desde productos industriales económicos hasta elaboraciones artesanales cargadas de frutos secos, el abanico busca adaptarse a un consumo más selectivo y cauteloso.

Carlos Proia, panadero de amplia trayectoria en la Ciudad (tanto que fue uno de los responsables de la torta del Centenario de La Plata junto a otros colegas), explicó que el precio final está directamente ligado a los insumos. “El tema es la materia prima. Las nueces, almendras, castañas. Todo eso es muy caro. El kilo de nuez mariposa está entre 16.000 y 20.000 pesos”, señaló. Según detalló, muchas frutas abrillantadas y cerezas son importadas, mientras que los frutos secos llegan desde provincias como Mendoza o Neuquén, lo que impacta también en el costo del transporte.

En su panadería de diagonal 74 y 41, los valores reflejan esa realidad: “Tengo pan dulce de medio kilo a 10.000 pesos y el kilo a 20.000. Hay de frutas, de chocolate y con frutos secos. El precio depende de lo que se le pone adentro”, explicó. Y agregó: “Con respecto al año pasado hay casi un 30 o 40% de diferencia”.

Para Proia, además, la comparación con los productos industriales es inevitable. “En el supermercado hay pan dulce de 1.500 ó 2.500 pesos, pero no tiene nada que ver. Son de 400 gramos, hechos en serie, con conservantes. Un pan dulce de panadería dura menos porque es casero, pero el sabor es otro”, remarcó.

En confiterías tradicionales, los precios escalan aún más. En La Modelo, ubicada en 54 y 5, el pan dulce tradicional de un kilo cuesta $40.000, el de medio kilo $30.000 y la versión mini individual alcanza los $16.000. En el caso del pan dulce elaborado solo con frutos secos, el kilo asciende a $48.000, una muestra de cómo incluso las porciones más chicas “le ganaron” a la inflación.

La versión mini, avanza entre panaderías tradicionales y con los precios en la punta más alta.

En otros puntos de venta, la escena es similar. Amparo, empleada de una panadería de 44 y 3, contó que el medio kilo se vende a $20.000 y el kilo a $35.000. “Son variados: con chips de chocolate, con frutos secos o con todo junto, frutas y gomitas. La gente viene mucho a averiguar precios y dice que vuelve a comprar”, explicó. Por ahora predomina el tanteo. Aunque esperan que las ventas se activen desde mañana.

Los supermercados ofrecen alternativas más accesibles, con claras diferencias en peso y calidad. Pueden encontrarse los industriales desde $1.500 los 400 gramos con “frutas”, versiones de marcas conocidas de 500 gramos a $8.000 – o $5.000 con descuento – y presentaciones en cajas de 850 gramos que llegan a $30.000. “Hay gente que no puede comprar un pan dulce de panadería, pero quiere tener uno en la mesa porque es tradición”, resumió Proia. Ahí, el difícil equilibrio entre ajuste y costumbre.

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