Patricia Bullrich volvió a manejar los hilos en comisión/ NA

El oficialismo habría recalibrado la estrategia y ahora pensaría en aplicar cambios en el Senado tras el duro revés en la Cámara baja, donde no pudo sostener un capítulo clave del proyecto de Presupuesto 2026 que incluía la derogación de las leyes de emergencia en Discapacidad y financiamiento universitario.

Para eso, apuesta a abrir el recinto de Diputados el 29 o 30 de diciembre a fin de reponer los artículos volteados por la oposición. “Se trabajará en modificaciones o nuevas leyes particulares para conseguir los mismos objetivos planteados en ese capítulo”, indicaron altas fuentes del oficialismo de la Cámara baja.

Las fuentes consultadas aclararon que la posibilidad de volver a sesionar entre las fiestas, un escenario impensado hasta hace unos días, “no depende exclusivamente de La Libertad Avanza” sino de los acuerdos que se arribe en el Senado.

¿Será ley o vuelve a Diputados?

Efectivamente, el Senado podría aprobar la media sanción del Presupuesto tal cual llegó de Diputados, lo que convertiría el proyecto en ley (si así fuera, ¿Javier Milei podría vetar su propio Presupuesto?), o bien efectuarle modificaciones al texto que obligarían a volver a la cámara de origen en revisión.

“Más allá de que la comisión de presupuesto del Senado aprobó el dictamen sin modificaciones, los senadores podrían modificarlo en el recinto”, explicaron. “Dada esta posibilidad, que no depende exclusivamente de LLA, la Presidencia de la cámara y el bloque libertario se preparan para eventualmente aprobar o no dichas modificaciones los días 29 y 30 del corriente mes”, sostuvieron.

Si se impusiera este último escenario, tampoco el oficialismo tendría garantías absolutas, ya que de mantenerse los misma paridad de fuerzas que en la sesión del miércoles pasado la oposición podrá repetir el número para insistir en la negativa al polémico artículo 75, con el que el Gobierno pretendía derogar las leyes de universidades y Discapacidad.

Aunque reponer ese artículo sea una misión compleja, hay otros artículos que incluía el capítulo 11 que podrían hipotéticamente recuperarse, como por ejemplo la limitación del régimen de zona fría para usuarios de gas, o el fin de la automaticidad en las actualizaciones de las prestaciones de ANSES como la AUH, Asignaciones Familiares o asignación por embarazo.

Tras hacer un balance de lo ocurrido, el oficialismo reconoce que en el caso del capítulo 11 “tal vez la forma de redacción que se propuso no fue la adecuada o los tiempos no fueron los suficientes”. El problema es que el Gobierno eligió concentrar muchas medidas en un solo capítulo, y eso condicionó a muchos diputados a votar en contra de todo el paquete.

Si en la redacción se hubieran repartido las medidas en distintos capítulos, algunos diputados cercanos al oficialismo podrían haber acompañado en algunos aspectos y diferenciado en otros.

El oficialismo también podría haber aceptado la propuesta de la oposición para votar artículo por artículo, lo cual con el diario del lunes habría tenido un costo menor. Pero confió en sus chances y apostó por la votación capítulo por capítulo, y le salió mal porque no tenía los votos para sostener el polémico capítulo 11.

No alcanzó

El Gobierno creyó que incluyendo la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires como anzuelo para fidelizar al PRO alcanzaría de sobra para blindar el capítulo, pero no fue así, y hasta el jefe del bloque amarillo, Cristian Ritondo, se enojó con el oficialismo por “mezclar” peras con manzanas en un mismo capítulo.

La bancada del PRO, aún disconforme, acompañó en la votación en particular (con la excepción del larretista Álvaro González).

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